MARISCAL DICTADOR

Existe la creencia de que Don Carlos había previsto dejar la presidencia de la República a su hijo Benigno, lo que había verificado en un testamento que dictó algunos meses antes de morir. Se cuenta que Francisco Solano había destruído tal documento, lo que habría contrariado de tal manera a Don Carlos que, según algunos autores, como Fidel Maíz, apresuró su muerte, doblegando la voluntad de un anciano enfermo, logró Francisco Solano que el viejo patriarca cambiase su testamento nombrándolo a él como sucesor. El P. Fidel Maíz, testigo ocular, que dió la extrema unción a Don Carlos, relata el último consejo a su hijo: "Tenemos asuntos muy delicados pendientes con los vecinos, sobre todo con el Brasil, trata de resolverlos con la pluma, mas no con la espada". El 16 de octubre de 1862 se reune el Congreso Nacional para elegir al nuevo presidente, ante un inusitado despliegue militar que, según aseguró Francisco Solano, era solo para garantizar la seguridad de los presentes. Se mocionó a Francisco Solano como candidato, a lo que se opusieron los diputados José María Varela y José Miltos, argumentando que según la ley, el Paraguay no podía ser patrimonio de una familia, ni se aceptaba la dinastía, por lo que la moción de la candidatura de Solano López era ilegal. Todos se mostraron contrariados por la postura de estos diputados y votaron por Solano López. Así, este fue electo presidente, y como primer acto de gobierno ordenó el apresamiento de los diputados Varela y Miltos, por haberse opuesto a su candidatura. Su hermano, Benigno comentó secamente al enterarse de la noticia: "Ahora sí estamos perdidos". Comenzaba una dictadura que desembocaría en la peor guerra de Sudamérica.